
Por fin los Lakers rindieron como debe hacerlo un verdadero candidato al título.
Kobe y Pau sumaron 55 puntos, 18 rebotes y 16 asistencias con un 20 de 32 en tiros, el banquillo aportó nada menos que 40 puntos, de los cuales 20 vinieron de la mano de un renacido
Odom que además capturó 8 rebotes,
Walton fundamental cubriendo los problemas de faltas de
Ariza e incluso
Bynum y Fisher con una estadística aparentemente pobres hicieron bien su trabajo. La actuación más serena colectivamente de toda la postemporada, sin duda, y como consecuencia apenas hubo rival. Ante esto los Nuggets aguantaron 22 minutos, justo antes de que a Kobe le viniese una de esas inspiraciones divinas para dejar el marcar 53-40 al descanso para los amarillos. En esos 22 minutos fue
JR Smith el que mantuvo a los de Karl en el partido con acciones marca de la casa sacando provecho de la única fase de desconcierto de los amarillos en la caótica dirección de Farmar, el único Laker no reencontrado anoche
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